Nueva Zelanda ya ha entrado en el año 2012. Mientras Europa aún estaba desperezándose, la ciudad de Aukland ha celebrado la llegada del Año Nuevo, con fuegos artificiales y el sonido de fondo de las sirenas de los barcos.
Nueva Zelanda dice así adiós a un año con luces y sombras, marcado por la desgracia del terremoto que en febrero se cobró 181 vidas en Christchurch, pero también por las alegrías de la Copa del Mundo de Rugby, el mayor evento deportivo en la historia de este país, en la que los míticos All Blacks se alzaron con la victoria