A pocas horas de que toda España esté pendiente del reloj más conocido del país, nos proponemos hablar de su origen y de la tradición de las campanadas. El actual reloj que hoy corona la Casa de Correos -sede del Gobierno regional- en la Puerta del Sol es relativamente moderno.
Fue un regalo de uno de los más prestigiosos relojeros de la Europa del S. XIX. Nos referimos a José Rodríguez de Losada. Quien fabricara más de 6000 relojes (casi todos de bolsillo) donó en 1856 el famoso reloj que hoy todos conocemos. Su maquinaria es de las mejores, tiene sonería de horas y de cuartos y su péndulo mide tres metros.
Sin embargo, un periódico de Carabanchel, “Panoramas” relataba en 1929 la historia del antiguo reloj y su por qué. En 1768 se ordenó construir un edificio que albergara los servicios de correos. Algunos cronistas dicen que el reloj de bola que coronó el edificio fue colocado a petición del pueblo.
Sin embargo, según este diario, el objetivo del reloj era recordar a los madrileños que todos los mediodías debían dar pruebas de su fe rezando un Ave María. Como esta demostración se olvidaba, convinieron instalar en lo alto del edificio de Correos y Postas dicho reloj.
Según las crónicas del momento, el día de la inauguración, cuando sonaron las doce, todos los viandantes se descubrieron y guardaron religioso silencio, pero ninguno rezó la oración porque quedaron boquiabiertos al ver descender la esfera al tiempo que sonaban las campanadas.