Su atractivo principal reside en su belleza natural, copada por hielos y nieves en los largos inviernos, auroras borealesque tiñen los cielos de brillos verdes y naranjas en determinadas fechas del año, de bosques interminables y lagos azules en verano y congelados en invierno. Asimismo, llama especial atención el conocido como sol de medianoche en verano, ya que debido a la latitud, no se pone el sol; y la fauna del lugar, con el reno como máximo exponente de una zona natural protegida y casi inmaculada.
Pero dejando de lado los atractivos lapones, hoy os quería hablar de cómo se viven las navidades en la Laponia finlandesa, cuna de San Nicolás, el famoso Papá Noel o Santa Claus, como queráis llamarlo.
Muy cerquita de la capital de esta zona, la ciudad de Rovaniemi, y justo en la demarcación geográfica de la línea del Círculo Polar Ártico, encontramos Santa Claus Village, un parque temático que tiene en la figura de Papa Noel su máximo atractivo, y que en Navidad vive su momento álgido de magia e ilusión.
Turistas de todo el mundo visitan cada año la aldea de Santa Claus, donde pueden conocer al emblemático personaje y disfrutar de una experiencia invernal en la frontera del círculo polar ártico cerca de Rovaniemi, en la Laponia finlandesa.
Desde 1927 la leyenda finlandesa cuenta que Santa Claus o 'Joulupukki', como se le conoce allí, vive en una casita cerca de la montaña Korvatunturi.
Pero solo desde 1980, Rovaniemi se presentó como la aldea del hogar de "real" de Papá Noel.
La aldea de Santa Claus (Santa Claus Village) atrae a unos 340.000 visitantes cada año, tanto de Finlandia como del extranjero.
El sitio se compone de alrededor de 20 casitas de madera, restaurantes, cafés y tiendas de suvenires. La atracción principal es la Oficina de Santa Claus y la sede oficial del servicio de correos, que cada año recibe alrededor de 500.000 cartas y listas de regalos de todo el mundo.
"Unas 25 empresas familiares dan trabajo a 60 personas en empleos de tiempo completo, acumulando ventas por unos 12 millones de euros", dijo Jarmo Kariniemi, el titular de la Oficina de Santa Claus.
El negocio es rentable, dijo, citando como ejemplo las ventas de 2008 que alcanzaron los 2,5 millones de euros. En el interior de la casa, es gratis sentarse en las rodillas de Santa Claus, pero una imagen o un video con él cuesta entre 30 y 45 euros. La tienda de regalos también ofrece una amplia variedad de productos, incluidos ositos 'Made in China'. Se venden por 25, 30 o 35 euros, según su tamaño.
Pues, Navidad allá es un negocio muy rentable.
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