Durante el adviento Graz acoge a un gran número de visitantes.
Muchas ciudades tienen un gran árbol de Navidad en el centro, y la austriaca de Graz no es ninguna excepción, desde luego. Su árbol está decorado con 25,000 luces, y miles de personas acuden todos los años a ver dicha iluminación.
Sin embargo, en la época prenavideña, Graz ofrece otra atracción muy diferente: desde el árbol, la gente camina hacia el patio porticado de estilo renacentista del Landhaus, situado a pocos metros de distancia, donde se presenta con un concierto en vivo lo que probablemente es el belén de hielo más grande del mundo.
El belén, con sus figuras a tamaño natural, pesa unas 50 toneladas. Como las temperaturas en diciembre muchas veces superan los cero grados centígrados, lo que implica el riesgo de que la gigantesca obra de arte se derrita, las figuras de hielo son reemplazadas regularmente.
El belén a tamaño natural hecho en hielo es una de las atracciones más visitadas en Graz
Sin embargo, el ambiente no solo es navideño en el Landhaus y frente al ayuntamiento. En todos los callejones del centro histórico, en la Colina del Castillo y en patios traseros escondidos brillan las luces navideñas. En la época prenavideña, la fachada del ayuntamiento aparece iluminada por un gigantesco calendario de Adviento. También en los escaparates de muchos comercios se ven árboles de Navidad exuberantemente adornados.
En el pasado, los árboles de Navidad de la región austriaca de Estiria eran bastante sencillos. Los adornos se limitaban a algunas manzanas y un par de estrellas de paja. Como muchos campesinos no tenían en sus pequeñas habitaciones espacio para poner un gran árbol, los abetos también se colgaban al revés del techo.
Esta idea fue retomada por la organización Unesco City of Design: ahora, en la calle comercial Herrengasse hay en esta época decenas de abetos colgando sobre las cabezas de los visitantes del mercado navideño. "Falling x-mas trees" se llama esta instalación.
Quien deambula por los callejones del centro histórico pasa de un mercado navideño a otro. Y quien no tiene ganas de pasear puede subirse a un pequeño tren turístico. Le esperan más de una docena de mercados, cada uno con su propio lema. A los niños les gusta ir a la plaza Mariahilferplatz, donde hay no solo puestos de venta sino también una noria. Mientras que los pequeños viajan en la atracción, los adultos pueden practicar el curling.
Especialmente bonito es el mercado navideño en la Colina del Castillo, donde se venden delicias estirias como aceite de calabaza, aguardientes regionales, infusiones de hierbas y también artesanía, calcetines de lana, adornos navideños y velas de cera de abeja. Y como regalo gratuito uno puede disfrutar de una grandiosa vista panorámica de la ciudad. En muchos mercadillos navideños hay música en vivo. Se pueden escuchar clásicos navideños populares, conciertos de trombones y también canciones de Navidad tradicionales. ¿Cuál era la segunda estrofa de "Noche de paz, noche de amor"? Cada persona que tiene problemas para recordar letras o que busca una antigua canción navideña de su infancia puede dirigirse a la Oficina para Villancicos, que desde el año 1991 pone a disposición del visitante, sin coste alguno, miles de canciones, letras, poemas, melodías y refranes. En la época navideña, los expertos en canciones contestan diariamente unas 50 preguntas y además ofrecen conferencias navideñas por la tarde.
Fuente: http://www.ngenespanol.com/
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