Para los buenos momentos, GRATITUD. Para los malos, ESPERANZA. Para cada día una ILUSION y siempre, siempre... FELICIDAD. ¡Feliz Navidad y que el nuevo año haga realidad tus sueños!

Buscar en este blog

miércoles, 11 de julio de 2018

Secure the access to your personal data

If you would like to unsubscribe and stop receiving these emails click here

 

lunes, 30 de noviembre de 2015

LONDRES en Navidad


Una escapada perfecta en estas fechas es Londres para conocer y disfrutar la capital en la época más especial, la Navidad. Durante el mes de diciembre la ciudad decora sus calles, retoma tradiciones y entona acordes para llevar a cabo una celebración única.
En un viaje de dos o tres días a la capital británica se puede aprovechar al máximo el tiempo y elegir los regalos perfectos. La puerta más rápida para llegar es el aeropuerto London City Airport (LCY), situado en el mismo Londres y a menos de 25 minutos de los mejores lugares de Europa para el shopping navideño.LCY se presenta en esta época como la conexión perfecta para conocer Londres con sus tradiciones pasadas, los encuentros presentes e ilusiones futuras.
London City Airport con Canary Wharf y el O2 Arena de fondo
La primera parada será viajar al pasado; el Museo Geffrye, como cada año llegado diciembre, decora sus salas con el espíritu navideño que se remonta hasta 400 años de antigüedad. Aquí se puede observar cómo estaban decoradas las casas londinenses desde el siglo XVIII hasta nuestros días. Una de las grandes tradiciones navideñas son los cantos de Navidad y para ello habrá que hacer una visita a la Catedral de Saint Paul o a la Abadía de Westminster, para así deleitar los oídos con melódicas voces y los villancicos más tradicionales. Al pasar por Trafalgar Square, no pasa inadvertido el gran abeto instalado en la plaza, que también tiene su historia ya que se trata de un regalo que cada año hace Noruega a Londres desde 1947 tras la ayuda británica en la Segunda Guerra Mundial. Tradición y hermanamiento se aúnan en unas fechas tan especiales.
Westminster (Visit London)
Navidad también es época de compras y “shopping” en Londres significa acudir al mítico establecimiento Harrods para comprar los regalos de última hora. Sin olvidar hacer una visita obligada a Santa Claus independientemente de la edad que se tenga para transmitirle los deseos, esperanzas e ilusiones.
Harrods (Visit London)
La decoración en las calles más emblemáticas como Oxford Street, Regent Street, Carnaby Street y Bond Street, hace regresar al presente, con un espectáculo de luces y formas que envuelven los paseos de los visitantes por las tiendas más conocidas del mundo.
Oxford Street (Visit London)
Cuando el sol se esconde el frío se hace más intenso y la mejor forma de combatirlo es acercarse a un mercadillo navideño y pedir un “mulled wine” (vino caliente especiado) para entrar en calor. El mercado de Convent Garden se engalana con la mejor decoración y ofrece una exquisita oferta gastronómica. Hyde Park hace una llamada a la diversión en estas fechas y allí se encuentra “Winter Wonderland”, un mercadillo temporal, que satisface a los más pequeños con increíbles esculturas de hielo, atracciones de toda la vida, actuaciones circenses, un bar helado y la típica pista de hielo que se llena de carcajadas y corazones valientes.


Winter Wonderland (Visit London)

En estas fechas, las pistas de hielo se encuentran repartidas por los sitios más representativos de la ciudad, como es London Eye, el Museo de Historia Natural o en Somerset House. Y una vez de vuelta, en el aeropuerto puedes terminar tus compras. London City Airport cuenta con todos los básicos para regalar souvenirs, pastas y tés ingleses, licores, ropa e incluso joyas. Algunas de las tiendas de la terminal son Aleia Duty Free, WHSmith o la joyería Links of London. Una vez rematadas las compras, volver a casa será para terminar los preparativos de una futura (pero próxima) Navidad que será muy diferente y especial.

Aelia Duty Free (London City Airport)


Las tradiciones navideñas más curiosas de España

Aunque el número de tradiciones es igual a los rincones españoles, a continuación podéis ver una selección que no deberías perderte por su especial singularidad.

1.      Las Uvas en la Puerta del Sol (Madrid)
Todos los españoles han visto alguna vez la Puerta del Sol de Madrid, aunque sea por la televisión. El lugar elegido para retransmitir el cambio de año seguro que está en muchos de vuestros rankings sobre ‘cosas que hacer antes de morir’. Además, poco a poco se ha ido consolidando una celebración adicional: ‘las preuvas’ o lo que es lo mismo, participar en el ensayo de la noche del 30 de diciembre.
Puerta del Sol de Madrid (Flickr)
2.      El día de la Lotería de Navidad en Sort
Con permiso de la Administración de Doña Manolita, la verdadera fiesta del 22 de diciembre (celebración del sorteo de la Lotería de Navidad) tiene lugar en Sort, que en castellano significa ‘Suerte’. Un día de celebración porque son pocas las ocasiones que los números dan la espalda a alguno de los décimos vendidos en la famosa ‘La Bruixa D’Or’.
Logo de La Bruixa D´Or
3.      El Belén de Beas (Huelva)
Belenes hay muchos a lo largo de la geografía española pero, sin duda, uno de los más espectaculares es el Belén viviente que se instala en la localidad de Beas (Huelva). Reproduce 30 escenas bíblicas en más de 1.500 metros cuadrados. ¡Ya tiene más de 40 años a sus espaldas!
Belén viviente de Beas, Huelva (Fuente: huevaya.es)
4.      El otro Papá Noel (Navarra)
Están Papá Noel, los Reyes Magos… y el Olentzero, o lo que es lo mismo un personaje bonachón al que le encanta comer y beber que acude todos los años a hacer regalos a los niños de Navarra y País Vasco. Dice la tradición que el resto del año vive aislado en los bosques de estas regiones.
Figura del Olentzero (Flickr)
5.      … O el Apalpador gallego
Al igual que el Olentzero es un personaje que vive en las montañas (de O Courel) aunque, en este caso, es carbonero de profesión. Su nombre se debe a que las noches del 24 y 31 de diciembre ‘palpa’ las barrigas de los niños y les deja castañas y regalos (en función de los kilos que pesen).
Representación del Apalpador gallego (Flickr)
6.      Folclore en Braojos de la Sierra (Madrid)
Cantemos todos juntos: ‘ a Belén, pastores…’. ¡Ya estás preparado para acudir a la Pastorela de Braojos de la Sierra! Aunque los protagonistas de este evento con más de 700 años de historia son las danzas pastoriles y el folclore. Una tradición navideña que deberías de marcar en rojo en tu calendario.
Pastorela de Braojos de la Sierra, Madrid (Fuente: abc.es)
7.      La Misa del Gallo en Mallorca
El conocido como el ‘canto de la Sibila’ tiene una carta de presentación a la que poco más podremos añadir para convencerte: es Patrimonio Inmaterial de la UNESCO. Tiene lugar durante la misa del Gallo y corre a cargo de un personaje que profetiza el Juicio Final vestido con una túnica, un casco y una espada.
Canto de la Sibila en Mallorca (Fuente: paraula.org)
8.      Cantando por las calles de Canarias
En Canarias han adaptado la tradición de cantar villancicos a cambio de un aguinaldo por grupos musicales que recaudan dinero para celebrar misas en honor de los difuntos. Se conocen con el nombre de Ranchos de Pascua y ya se han convertido en una tradición navideña, especialmente en la localidad de Teguise.
Rancho canario (Fuente: bienmesabe.es)
9.      La Cabalgata de Granada
Probablemente las habrá más numerosas y con mayor presupuesto pero la Cabalgata de los Reyes Magos de Granada ha sabido mantener la espectacularidad en sus casi 200 años de historia –lo que la convierten en la segunda más antigua de España-. ¿Te imaginas ver sus artísticas carrozas circulando por una de las ciudades más bellas del mundo?
La tradicional Cabalgata de Granada (Flickr)
10.  ¡Vigila las ramas de Caga Tió!
Una de las tradiciones navideñas en Cataluña es pagana, o al menos en su origen. Se trata de un tronco que los padres regalan a sus hijos y al que le dibujan ojos, cejas, nariz, le tapan con una manta para que no coja frío y le coronan con la típica barretina catalana. Los pequeños de la casa le dan de comer confiando en que, cuando le golpeen con un bastón el día de Nochebuena, éste les escupa muchas golosinas.
Uno de los populares Caga Tió catalanes (Flickr)

Graz (Austria)

Durante el adviento Graz acoge a un gran número de visitantes.
Durante el adviento Graz acoge a un gran número de visitantes.

Muchas ciudades tienen un gran árbol de Navidad en el centro, y la austriaca de Graz no es ninguna excepción, desde luego. Su árbol está decorado con 25,000 luces, y miles de personas acuden todos los años a ver dicha iluminación.
Sin embargo, en la época prenavideña, Graz ofrece otra atracción muy diferente: desde el árbol, la gente camina hacia el patio porticado de estilo renacentista del Landhaus, situado a pocos metros de distancia, donde se presenta con un concierto en vivo lo que probablemente es el belén de hielo más grande del mundo.

El belén, con sus figuras a tamaño natural, pesa unas 50 toneladas. Como las temperaturas en diciembre muchas veces superan los cero grados centígrados, lo que implica el riesgo de que la gigantesca obra de arte se derrita, las figuras de hielo son reemplazadas regularmente.

El belén a tamaño natural hecho en hielo es una de las atracciones más visitadas en Graz

Sin embargo, el ambiente no solo es navideño en el Landhaus y frente al ayuntamiento. En todos los callejones del centro histórico, en la Colina del Castillo y en patios traseros escondidos brillan las luces navideñas. En la época prenavideña, la fachada del ayuntamiento aparece iluminada por un gigantesco calendario de Adviento. También en los escaparates de muchos comercios se ven árboles de Navidad exuberantemente adornados.

En el pasado, los árboles de Navidad de la región austriaca de Estiria eran bastante sencillos. Los adornos se limitaban a algunas manzanas y un par de estrellas de paja. Como muchos campesinos no tenían en sus pequeñas habitaciones espacio para poner un gran árbol, los abetos también se colgaban al revés del techo.

Esta idea fue retomada por la organización Unesco City of Design: ahora, en la calle comercial Herrengasse hay en esta época decenas de abetos colgando sobre las cabezas de los visitantes del mercado navideño. "Falling x-mas trees" se llama esta instalación.

Quien deambula por los callejones del centro histórico pasa de un mercado navideño a otro. Y quien no tiene ganas de pasear puede subirse a un pequeño tren turístico. Le esperan más de una docena de mercados, cada uno con su propio lema. A los niños les gusta ir a la plaza Mariahilferplatz, donde hay no solo puestos de venta sino también una noria. Mientras que los pequeños viajan en la atracción, los adultos pueden practicar el curling.

Especialmente bonito es el mercado navideño en la Colina del Castillo, donde se venden delicias estirias como aceite de calabaza, aguardientes regionales, infusiones de hierbas y también artesanía, calcetines de lana, adornos navideños y velas de cera de abeja. Y como regalo gratuito uno puede disfrutar de una grandiosa vista panorámica de la ciudad. En muchos mercadillos navideños hay música en vivo. Se pueden escuchar clásicos navideños populares, conciertos de trombones y también canciones de Navidad tradicionales. ¿Cuál era la segunda estrofa de "Noche de paz, noche de amor"? Cada persona que tiene problemas para recordar letras o que busca una antigua canción navideña de su infancia puede dirigirse a la Oficina para Villancicos, que desde el año 1991 pone a disposición del visitante, sin coste alguno, miles de canciones, letras, poemas, melodías y refranes. En la época navideña, los expertos en canciones contestan diariamente unas 50 preguntas y además ofrecen conferencias navideñas por la tarde.

Edimburgo (Escocia)

Edimburgo espera Año Nuevo con una fiesta de 3 días

La tradicional procesión de las antorchas recorre las calles de Edimburgo.
La tradicional procesión de las antorchas recorre las calles de Edimburgo.

En Edimburgo no se celebra Año Nuevo sino Hogmanay. Esta fiesta dura varios días, comienza con una visita a amigos y familiares, tiene su momento culminante con los conciertos de Nochevieja y termina en las frías aguas del fiordo de Forth.

Jenny, Jenni, Judy y Laura se han acicalado para el nuevo año. Se han puesto sus bikinis más elegantes, y mandaron a imprimir textos en camisetas.

Las cuatro mujeres quieren comenzar el año en el que todas ellas cumplirán 40 años de edad con un baño en el mar del Norte. Las damas de Perth, ciudad situada a alrededor de media hora de Edimburgo, son cuatro de los aproximadamente 1,000 Loony Dookers que todos los años se zambullen en las frías aguas del fiordo de Forth, donde el río homónimo desemboca en el mar.

A los "dookers", como se llama a los que se atreven a lanzarse al agua, no les importa que llueva a cántaros, que la temperatura del aire sea de solo ocho grados centígrados y que la del agua en South Queensferry apenas sea un poco más alta. Muchos de ellos se desplazan todos los años de los alrededores de Edimburgo hacia este suburbio de la capital de Escocia. Otros viajan desde Australia, Estados Unidos o Canadá. Todos se divierten saltando al agua fría. Antes de lanzarse a las olas, caminan por las calles de la pequeña localidad en un ruidoso desfile multicolor.

El Loony Dook es el último evento de los festejos de Hogmanay, de tres días de duración, con el que se recibe el nuevo año en la capital escocesa. "Sin duda, este es el evento más disparatado", dice Faith Liddell, quien fue durante muchos años directora de la institución que organiza 12 festivales en Edimburgo.

El 30 de diciembre por las calles de Edimburgo se lleva a cabo la procesión de las antorchas

El 30 de diciembre, los festejos oficiales en la capital comienzan con un desfile de antorchas que arranca en la avenida Royal Mile, baja a la parte nueva de la ciudad y luego sube al cerro Calton Hill. El desfile, encabezado por los clásicos gaiteros y tamborileros, dura poco más de dos horas. El ambiente es muy especial. Quien prefiera emociones más fuertes puede participar en una de las salvajes cabalgatas que se realizan en el centro de la ciudad medieval.

También en el castillo situado al final de la Royal Mile reina ya varios días antes de Nochevieja el estado de excepción. Todos los miradores son cerrados con grandes vallas y los cañones se tapan. En Edimburgo no hay un espectáculo de fuegos artificiales sino cuatro.

"Nosotros iniciamos la cuenta atrás a las 21 horas. A esa hora, a las 22:00 y a las 23:00, hay pequeños juegos pirotécnicos sobre el castillo", dice Liddell. Y a la medianoche comienza el gran espectáculo de fuegos artificiales, muy ruidoso y multicolor, sobre el castillo y sobre Calton Hill, situado enfrente. Después sigue otra típica tradición escocesa: la gente se abraza y entona conjuntamente "Auls Lang Syne", la famosa canción de despedida del poeta Robert Burns.   

Toda la noche hay una mezcla de tradiciones escocesas y festividades urbanas modernas: el Concert in the Gardenes con la actuación de grandes estrellas, el tradicional "keilidh" con música en vivo y la fiesta callejera junto a la colina Mound.

Y después de los festejos comienza la verdadera fiesta, al menos para los que se lanzan en Año Nuevo a las aguas del fiordo de Forth. Los "dookers" no pueden dormir mucho tiempo después de la larga Nochevieja, porque cada participante debe registrarse antes del mediodía en South Queensferry. El espectáculo helado arranca a las 13:20 horas, con muchos gritos estridentes.

Archivo del blog