La mayoría de mercadillos de Viena han abierto este año el sábado 13 de noviembre, cuando la época de Adviento llega un año más a la ciudad. Esto significa que todavía estáis a tiempo de reservar hostales Viena relativamente bien de precio… (Ya sabéis que la capital austríaca lamentablemente no destaca por ser barata…)
En la mayoría de puestos de estos mercados venden comida navideña tradicional, decoración y guirnaldas, productos de artesanía, juguetes hechos a mano, miel, etc.
Sin embargo, esta breve descripción parece algo cínica y no refleja el encanto que tienen estos mercados. La combinación de un aire congelado, nieve, una iluminación de lo más elegante, tazas humeantes de vino caliente con especias, castañas asadas, innumerables velas, … Todo esto es lo que convierte estos mercados en una de las experiencias navideñas más especiales.
Uno de los más grandes de la ciudad es Christkindlmarkt, situado en la plaza del ayuntamiento (Rathausplatz). Los orígenes de este mercado se remontan al siglo XVIII (durante la celebración de las Fiestas de Yule), y el mercado se trasladó a su emplazamiento actual en 1975. Aunque es muy difícil calcular el número exacto de asistentes, las aproximaciones indican que unos 3 millones de personas visitan el mercado cada año.
En los puestos de Christkindlmarkt encontraréis productos de excelente calidad (nada de juguetes de plástico fabricados en China). Veréis adornos navideños hechos a mano, figuras de vidrio soplado, pastas rellenas de crema, castañas asadas, … todo de la mano de artesanos austríacos. Un consejo: para intentar evitar muchedumbres y poder ver el mercado en su máximo esplendor, lo mejor es ir entre semana justo cuando anochece.
Otro mercado que merece la pena destacar es el de Schönbrunn. El Palacio de Schönbrunn es uno de los edificios más emblemáticos de Austria, así que este mercado cuenta con un entorno prácticamente inmejorable. Cada Navidad, en el patio delantero se instalan unos 60 puestos que, junto a un enorme árbol de Navidad, decoran toda la plaza.
En todos estos puestos encontraréis artículos y productos tradicionales creados por fabricantes de velas, sopladores de vidrio, tallistas y otros artesanos y artistas. Al estar completamente al aire libre y poco resguardado, en el mercado suele hacer mucho frío. Por eso os aconsejo ir entre semana alrededor de las 16:00… Evitaréis muchedumbres, podréis ver las luces encendidas y no hará tanto frío como por la noche (el mercado abre de 10:00 a 20:30).
Independientemente de qué mercado decidáis visitar (o incluso ambos si tenéis tiempo), es casi obligación probar pretzels auténticos acompañados de un buen Glühwein (este vino caliente con especias, el remedio ideal para combatir el frío). Si os apetece más algo salado podréis elegir entre una gran variedad de salchichas, bratwurst, debrecener, etc.
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